REVÍSTA ELECTRÓNICA.
LAVOZDELAPAMPA.CL Año IV. Nº 191. Octubre 2021.
(Narrativa) “Lo que cuenta el tiempo en la pampa”
Corría ya, casi el término del año 1903, entonces en la pampa de Tarapacá en la vida real, era el pueblo de Pisagua un lugar donde también existieron los “bandidos”; quien diría que después de pasar casi un siglo de esto seguiría sucediendo en los rincones de la pampa.
La noche anunciaba que era la hora especial para cometer las fechorías en el pueblo; el guardia don Ernesto Paja proveniente de la comisaría del pueblo de Negreiros lugar muy pintoresco para los viajeros; pronto el policía iba a cumplir su misión a Pisagua y él un hombre sabio de pocas palabras; esa noche del día 14 de diciembre él se encontraba de servicio en ese poblado, cuando inesperadamente fue asaltado por tres individuos, uno Juan Lobos quien con un cuchillo en mano se abalanzó atacando al policía Paja e hiriéndole con una profunda herida en su mano, rasgándole el capote y el otro corte que le pasó hasta su ropa interior, por suerte no quedó más herido.
Para poder defenderse el policía Paja disparo a los asaltantes hiriéndolo en la cabeza a Juan Lobos raspándole la frente sin mayor consecuencia, quedando este arrestado, y dándose entonces a la fuga los otros dos ladrones. La gente del pueblo salió a la calle al estruendo de los balazos.
Esa misma noche del día domingo a eso de las 8 de la noche se produjo el gran robo ascendiendo a más de 300 pesos, ladrones quienes entraron a la casa del señor Ansola, la cual le servía como casa de préstamos situada ésta frente al cuartel policial, esa noche el señor Ansola había salido después de haber comido con su hermano. Los bandidos se introdujeron en un pequeño callejón que quedaba entre la casa que ocupaba con su agencia y un edificio construyéndose de adobes y por ahí cortaron unas tablas de laurel e introduciéndose en la casa llevándose prendas de oro y plata como también monedas Soles de oro y plata los que se ubicaban en una vitrina de vidrio, entonces no había ningún sospechoso de quienes fueran los otros ladrones.
Cuando entonces llego a su casa el señor Ansola grande fue la sorpresa que al ver la vitrina abierta y completamente vacía. Esa misma noche él dio cuenta a la policía; donde no quedó duda de que él volvería a recuperar las especies perdidas.
FOTOGRAFÍAS:
1, 2,3, 4, 5, 6, 7, 8, 9.- Del escritor e investigador de la cultura pampina Reinaldo Riveros Pizarro.
GRAFICAS: 1.- Pueblo de Pisagua, primer plano edificio cárcel de Pisagua (Año2006): 2.- Ruinas del poblado de Negreiros; 3.- Boleto de “Teatro Nacional Negreiros”, timbrado por la “Tenencia Cuerpo de Carabineros Negreiros”; 4.- Estación de ferrocarril de Pisagua; 5.- Vale de la “Sociedad de Socorros Mutuos de trabajadores de la Pampa-Negreiros” fechado el año 1904; 6.- Puerto de Pisagua; 7.- Estación de carga de Pisagua; 8.- Vale “The Nitrate Raywals Co. Ld.”; 9.- Personas vestidas a la usanza de la época del salitre a comienzos de la década del 1900.
PENSAMIENTO:
Han pasado 87 años desde que se escribió el tango “Cambalache” y hoy en día la verborrea y “¿el cómo voy?” con los delitos de cuellos y corbatas aún las sacan baratas. (RERIPI)
(RERIPI)
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