LAVOZDELAPAMPA.CL Año I Nº11. Mayo 2018
(Historia)
(Historia)
“Sesión extraordinaria discurso del diputado demócrata”
La historia social y política en el norte de Chile, en aquel entonces a comienzos del siglo XX, parecía ser no muy común para los empresarios, como para el Estado de Chile en que los obreros exigieran sus demandas laborales, aunque a los industriales así a ellos no les gustara y a pesar que los trabajadores no obtenían muy buenos resultados. El protagonista de esta historia fue de don Malaquías Concha Ortiz, un diputado de la República de Chile, él que fuera para la revolución del año 1891, en donde estuvo al lado del entonces presidente José Manuel Balmaceda, siendo el derrocado y exiliado al extranjero.
Los movimientos de los trabajadores fueron más tarde el presagio de las matanzas de que hubo en venir a posterior.
El diario “EL PUEBLO”, Interdiario pampino de Iquique con fecha martes 9 febrero de 1904”, en uno de sus párrafos dice:
“El señor CONCHA (don Malaquías) – Me veo obligado señor presidente, à llamar nuevamente la atención a la Cámara sobre un hecho verdaderamente vergonzoso, indigno de la cultura que alcanzamos y que manifiesta que existe un verdadero sistema de despotismo ,de tiranía, de terror, con que se pretende solucionar lo que se llama la cuestión obrera en nuestro país.
Estaba muy lejos de mi ánimo la idea de que el Gobierno de Chile hubiera resuelto privadamente resolver esta cuestión en la forma más expedita y práctica que puede imaginarse, por medio del sable y de la prisión. Cuando en una ocasión anterior hablé de las huelgas de Taltal, cuando mi distinguido amigo, el señor Pleiteado, con su energía y valor que alabo, decía al Ministro de Interior que lo hacía responsable de las huelgas, yo deseaba que el señor Ministro del Interior pudiera adoptar una política de precisión contra las manifestaciones espontaneas de la clase obrera.
Pero lo que está pasando en Tocopilla revela la existencia de un plan político en el Gobierno, destinado à dar término à las reivindicaciones obreras ò mejor à la lucha entre el capital y el trabajo, poniendo todo el peso de la autoridad judicial, política y militar del lado de los patrones. Se quiere ahogar las manifestaciones populares con las bayonetas y las herraduras de los caballos. He leído ya en la Cámara dos telegramas de Tocopila, en que dice que, de orden del Ministro del Interior, el juez había reducido á prisión á los miembros de la Mancomunal de esa ciudad naturalmente, yo dudé, en el primer momento, de que eso era verdad, ¿Cómo, pensé es posible que el Ministro del Interior haya dado la orden de apresar al directorio de una sociedad constituida.
Conforme a las leyes del país, que no ha dado motivos alguno para ser perseguida, y todavía en una ciudad, en donde ni siquiera ha habido huelga, como las hubo en Taltal y Chañaral, ciudades en que se dijo que se había cortado el telégrafo? Y esto de la cortadura del telégrafo en Chañaral es inexacto, El telégrafo fue cortado por el mismo empleado, para dar un asidero á medidas de represión contra la Mancomunal de Chañaral.
Parece que aquí tuviéramos un pequeño Bismark, que creyera que, por medio de la represión, se puede destruir la cuestión obrera como Bismark en su época creyó poder destruirla Internacional y el socialismo entonces naciente en Alemania.
Pues, señor, en Tocopilla el juez, ha puesto presos quince o veinte obreros que forman el directorio de la Mancomunal ¿Por qué? Por sublevación! Para averiguar los hechos, el señor Ministro de Justicia telegrafió al juez , pidiendiéndole la razón de esos prisioneros; y el juez ha informado que el Intendente de Antofagasta requirió al Gobernador de Tocopilla para que este, a su vez, requiriera al promotor fiscal á fin de que acusara al directorio de la Mancomunal, por subversión, fundándose en que el periódico El Trabajo perteneciente a esa sociedad, contenía expresiones demasiado vivas, demasiado enérgicas, que importaban, en concepto de ese señor Intendente , de ese señor Gobernador, de ese señor promotor fiscal, de esa versión a que se refiere el art. 121 del código penal.
Entre tanto, correspondía al juez ceñirse en sus procedimientos á la ley de imprenta, á lo que dispone el art. 137 del Código Penal, que dice:
“Los delitos relativos al libre ejercicio de sufragio y á la libertad de emitir opiniones por la prensa, se clasifican y penan respectivamente por las leyes de elecciones y de imprenta”
De tal modo que si el editor del diario se había excedido en el lenguaje, quedaba expedita la acción del promotor fiscal para acusar al diario en conformidad á la ley de imprenta y el artículo que acabo de leer.
Basta, pues, lo expuesto para ver à que extremos llegamos en este siglo, después de cincuenta años, en que nos hemos acostumbrado á respetar la libertad de imprenta.
Se aconseja ahora una publicación de una asociación de obreros, para hacerla víctima de la tiranía gubernamental.
Aquí en Santiago circula de mano en mano un periódico anarquista que lleva por título esta misma palabra y que sale de las propias maestranzas de los ferrocarriles del Estado, donde tienen trabajo los individuos que lo suscriben y que se titulan anarquistas.
Del propio Internado Nacional salen periódicos escritos en términos tan vivos que llaman la atención de las personas que lo han leído, y á nadie se le ha ocurrido procesar á los que editan tales periódicos, porque envuelven una amenaza contra el orden social ó las autoridades construidas, ni intentan cambiar la Constitución ó las leyes de la República .
Aquí mismo hay diarios que piden la deposición del Presidente de la República, y aún ha habido diversos grupos en que se hablado lo mismo, porque no están de acuerdo con la política que sigue el el jefe del Estado, pero nadie considera esto como un acto de subversión ni un atentado en contra de ese funcionario; tales actos caen sencillamente bajo el peso de la sanción pública, de la condenación general. Entonces ¿Qué motivo hay para que se alarme el Gobierno por la propaganda más o menos viva de un periódico como el que publican en Tocopilla, y que para que se mande tropa de línea á someterlos por la fuerza pública, á proyecto de que se ha dicho que la policía no hará fuego en contra de los operarios?
Esto no es disculpa la medida acordada. Y en Artículo publicado en “El Ferrocarril”, “Ejercito contra pueblo”, cité como ejemplo lo que ocurrió en Valparaíso, en donde la marinería no disparó en contra del pueblo, por ser de la misma clase social, porque había solidaridad entre ellos y no podían llegar á asesinarse por querellas que importaban una mayor ó menor ganancia para los patrones .
En todo caso, si la propaganda del periódico á que me refiero, podía ser considerada inconveniente, dentro de las prescripciones legales que reglan la libertad de pensamiento escrito, existen los jurados para condenar á los editores y obligarlos á guardar silencio; pero acudir, como se ha hecho, à la justicia criminal, es enteramente arbitrario y para ello ha sido necesario no ocultar el delito de subversión, cuando ni siquiera se mueve allí una mosca ni una paja, porque todo está en calma.
No es posible tolerar atentados semejantes contra…el precioso de nuestros derechos, el de la libertad para emitir opiniones por la prensa,
Llamo, particularmente sobre ellos, la atención de los hombres de prensa, que estoy cierto no querrán amparar atentados ignominiosos, que los avergüenzan.
Estos no pueden quedar impunes.
¿Cómo señor presidente, pueden consentirse estos atropellos criminales, de los cuales arrastra a las mazamorras de la cárcel á quince individuos tan sólo porque no tienen el mismo modo de pensar del Gobernador ò del Intendente?
El señor DIAZ – ¿Han sido tomado presos por orden del Gobernador ‘o del juez?
El señor CONCHA (don Malaquías) – De orden del juez, señor Diputado, à pedido del promotor fiscal.
El señor DIAZ — Es otra cosa.”
Bibliografía:
*Revista “La Voz de la Pampa”, ISSN – 0718 – 9702, edición Nº9, agosto 2003 (c) Copyright, “Cámara de Diputados”, editor, escritor, e investigador de la cultura pampina Reinaldo Riveros Pizarro.
*Fotografía Nº1. Libro “Vistas de los Antiguos Puertos Salitreros a través de sus postales de época 1898 -1930” del autor, Guillermo Burgos Cuthbert
*Fotografía Nº2. Diario “El Pueblo”. Del escritor, editor e investigador de la cultura pampina RERIPI.
*LAVOZDELAPAMPA Año I Nº 20. Noviembre 2010
Gráficas:
1.- Vista general de Tocopilla. 2.- Diario “El Pueblo”, Interdiario pampino de Iquique con fecha martes 9 febrero de 1904”
AUTOR: RERIPI
“LAS MADRES NO USAN PILAS PARA ATENDER A SUS HIJOS, PERO NUNCA SE LES ACABA LA ENERGÍA PARA AMARLOS” (RERIPI)