LAVOZDELAPAMPA.CL AÑO I. Nº15 Mayo 2018.
(Cuento)
Allá por el año 1935, había una nueva compañía y maquina salitrera que le ponía el sello de recuperar el salitre de su sitial económico del país, mucha gente entonces se implementó a su masa laboral, además de obtener una mejor calidad de vida en la oficina salitrera Humberstone.
Pero cierto día una familia que residía en una calle cercana a una pequeña torta de ripios, en cuyo patio de casa minúsculo que tenía unos dos metros cuadrados, se implementaba allí una improvisada parrilla artesanal con algunos ladrillos reflectarios para azar una pequeña carnecita, a celebrar el cumpleaños de Nemesio, quien era el mayor de los 4 hermanos, y ya alcanzaba los 35 años; de cabellera negra y un mechón blanco, el que se parecía al igual como de los zorrillos, él de tez morena, estatura mediana y de finos bigotes .
Cuando de pronto Nemesio circunstancialmente miró como una pequeña llama de fuego apareció en la pequeña torta, lo que parecía muy extraño de ver esa flama allí; el joven al rato lo comentó con sus hermanos, pero todos ellos miraron atentos a la torta, no vieron nada anormal, y entre ellos sacaban sus conclusiones las que posteriormente olvidaron.
Al medio día su madre Nolberta se da cuenta que no tiene orégano para la carne, lo más cercano era entonces el pueblito de Pozo Almonte; el hijo mayor se ofreció para ir al pueblo, este quedaba caminando a pie normal en el tiempo de una hora.
Luego él salió raudo de Humberstone con el sol a cuesta tomando la línea del tren que iba hacia la salitrera Cala Cala, para después torcer hacia el pueblo de Pozo Almonte.
Al llegar a la calle del Comercio, lo primero que el encontró en el camino fue a un antiguo amigo de parranda Miguel Angel, que no lo había visto por años, y este lo invitó a una bebida a la picada donde vendían traguito dulce, por decir “la chichita”, fueron pasando las horas como si nada lo estuviera reteniendo, entre trago y trago, tardíamente se recuerda a lo que él había ido al pueblo. En casa del joven cundía la ansiedad al no retornar Nemesio.
El joven estaba con algunas copas demás cuando se despidió de su amigo Miguel Ángel y posteriormente el giro rumbo hacia la salitrera Cala Cala tomando la línea del ferrocarril, cuando iba casi llegando al cruce del tren de la salitrera Santa Laura; allí…en la línea del tren vio a un hombre enorme de negro, en cuya espalda estaba cubierta por lenguas de fuego, las que se entrelazaban con su movimiento y estas sobrepasaban la altura del desconocido, sus ojos eran luces potentes como dos linternas, los dientes de oro destellaban muy abrillantados.
El este hombre extraño le preguntó a Nemesio – ¿Amigo, para adónde vas? – Voy a Humberstone. Entonces allí en el cruce había varios desvíos. El hombre de negro le dice: –Está usted muy equivocado amigo… Entonces el joven Nemesio le dice: – No señor éste es mi camino. – Mira, si te vas por este otro camino llegarás a Humberstone y encontrarás mucho oro, brillantes y en cambio tú me entregarás tu alma. De pronto detrás de aquel extraño, a lo lejos se escucharon voces entrecortadas en la obscuridad; pero el señor vestido de negro rodeado de llamas entonces este con la velocidad de un látigo apagó la flama dejando una nube de azufre y pronto desapareció.
El joven quedó paralizado en la línea del ferrocarril, y a unos metros más atrás lo observaba Miguel Ángel, quien se reía a carcajadas, en ese momento fue cuando llegaron sus hermanos a recuperar al hermano perdido en el camino…
AUTOR. RERIPI.
“UNA PERSONA CUANDO NO TIENE PARA SOBREVIVIR, PIENSA MÁS QUE SETENTA SABIOS” (RERIPI)