REVÍSTA ELECTRÓNICA.
LAVOZDELAPAMPA.CL Año I. Nº 63. Agosto 2018.
(Narrativa)
Se escuchaban las voces de los niños vecinos, estas traspasaban los paneles de cemento, Bonifacio entonces prendió una vela, vio la hora y eran entonces doce de la noche, se acercó a una cama de sus tres hijos, y les abrazó a cada uno deseándoles una “Feliz Navidad”, Manuelito, despierto abrazó a su padre, también lo hicieron, Doris y Rebeca, seguidamente Bonifacio dio las buenas noches, y apagó la vela para seguir durmiendo.
Manuelito tenía seis años de contextura delgada y pelo castaño; él niño esa noche no podía reconciliar el sueño, esperaba al viejito pascuero, y la visita de su madre la cual había fallecido hacían dos años atrás; él entonces conversaba con sus hermanas mayores, si realmente serían visitados por su madre, y el viejito pascuero.
Al día siguiente cuando se despertaron, no hubo regalos a los pies de la cama, ni tampoco golosinas en sus zapatos, entonces nadie les había visitado.
Era un 25 de diciembre de 1944 en la salitrera “Keryma”; ésta industria no tenía una gran capacidad de casas, pero albergaba a unos cuantos pampinos, porque Keryma estaba en desarme, desde allí quedaba muy cerca la oficina salitrera “Peña Chica”, se podían observar durante el día las chimeneas y torres de enfriamiento.
Su padre estaba en pie, y había preparado el desayuno, fue un día casi normal, solo había variado por el chocolate.
Bonifacio trabajaba como fogonero de caldera, y debía salir esa mañana al empleo de su turno, quedando los niños bajo el cuidado de su hermana mayor Rebeca, la que tenía 10 años de edad.
Doña Flor había sido la joven madre de aquellos niños, ella falleció debido a una Tuberculosis, y desde entonces todos sus hijos vivían apenados, llevaban el luto desde muy adentro.
Las casas estaban pegadas unas de otras, pintadas de color blanco con una franja de color verde musgo, esta partía desde la base del suelo a unos 40 centímetros de alto.
Eran casi las 11 de la mañana, y los niños se asomaron a la puerta de la casa, pero desde dentro amparado en la sombra miraban a los otros niños vecinos, quienes jugaban con sus pistolas de madera, otros con pistolas de lata, y las niñas tenían sus muñecas de trapo y aserrín, todos ellos vestían con zapatos nuevos; también comían golosinas y frutas, como ser naranjas, plátanos.
Luego el grupo de niños los que alegremente disfrutaban se fueron a jugar cerca del donkey, (pozo de agua) el cual quedaba a pocos metros del campamento.
Una vez cuando la calle quedó solitaria de niños, Miguelito no aguantó la tentación de salir a recoger las cáscaras de frutas botadas en el suelo, se metió unas cuantas de esas a los bolsillos, y luego arremetió corriendo a su casa.
A tres casas más allá vivía la tía Armanda, hermana de su madre, pero esta ni siquiera se acordaba de ellos para prestarle alguna ayuda, porque las relaciones familiares de su padre estaban rotas desde que había fallecido su mamá doña Flor.
Miguelito una vez adentro del patio compartió con sus hermanas las cáscaras de naranjas, y plátanos, quienes se comían la parte blanca de éstas.
Luego las niñas y Manuelito se dirigieron al rincón del patio de su habitación, sacaron unos zapatos viejos para jugar con ellos, y luego los tiraban hacia el cielo, nombrando a cada una de sus hermanas, quienes debían recibirlos desde el aire cuando se les nombraba, y seguir así sucesivamente, hasta cuando se cansaran de hacerlo, olvidando así en ese momento al viejito pascuero, y su madre que no los habían visitado; pasando así una feliz navidad en la pampa salitrera dela salitrera Keryma..
Bibliografía:
*Publicado en revista electrónica, LAVOZ DELAPAMPA.CL Año II. Nº 37 Noviembre 2011.
Fotografías:
* Nº1, de la Revista Cultural “La Voz de la Pampa”, Edición Nº10 de fecha septiembre del 2003, © Copyright, ISSN 0718-9702., “Oficina salitrera Keryma”; 2.- 3, 4, 5, 6, 7, y 8.del escritor, historiador e investigador de la Cultura Pampina, RERIPI.
Gráficas:
1.- Torta de la oficina salitrera Keryma; 2.- Anochecer en ruinas salitrera Keryma; 3.- Imagen de Santa Claus en su época; 4.- Ruinas de casas de salitrera Keryma; 5.- Juguete de pistola de lata; 6.- Figuras navideñas de plomos; 7.- Zapatos de niños de la pampa salitrera; 8.- Perro amigo acompañante de Humberston el“Shaffer”
Autor RERIPI
“VALE MÁS TENER UNA VIDA LLENA CON VALORES, QUE EL DE UN USUARIO INADAPTADO SOCIAL CON CELULAR” (RERIPI)
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