REVISTA ELECTRÓNICA.
LAVOZDELAPAMPA.CL Año I. Nº 66. Agosto 2018.
(Cuento)
Allá en la pampa salitrera en la década del cuarenta había un enamorado que tenia tenía el compromiso de ir a visitar a su amor a otra salitrera, esperando Genardo por cierto el fin de semana, cuando a él no le correspondía hacer el turno laboral; el joven enamorado de uno 26 años, pelo corto cobrizo y gruesos bigotes, que para la época ya era un hombre maduro, a pesar que el promedio de vida entonces en el hombre era solo de 45 años y de llegar con mucha suerte.
El joven Genardo, un serio, trabajador, responsable en su trabajo, quien era obrero de levor en el polvorín, y este polvorín quedaba entre las salitreras de Santa Laura y Humberstone. El con su trabajo y experiencia laboral, era muy respetado por su carácter espontaneo quien parecía un certero lince, y muy vivaz entre sus compañeros de labores.
El entonces hacía uno de los tantos viajes de fin de semana para ir a ver a su enamorada la señorita Andalicia, que por cierto ella era una hermosa mujer de apenas 20 años, de piel blanca, pelo castaño claro con sus ojos celestes intensos, labios rosados y carnosos además con una bella sonrisa, y ella era una de seis hijas de un obrero trabajador de la salitrera San José.
Los padres de Genardo, siempre estaban detrás de él con sus consejos espirituales, y quienes vivían entonces en la salitrera Santa Laura. Ellos asistían el fin de semana a la misa en la iglesia de un poco más allá en la salitrera Humberstone, y que posteriormente después del término se iba Genardo a ver a su amor.
Andalicia, tenía padres que eran pobres en lo económico, y también ricos de valores morales, y le daban lo mejor a su hija mayor, el estudio hasta donde el padre pudo darle, y posteriormente ella trabajaba en casa con la madre, en una fonda dando pensión de algunos obreros, en donde por cierto ella atraía como un imán a los jóvenes obreros solteros, donde había uno que no le quitaba su mirada…
Fue ese día domingo cuando Genardo montado en caballo, hizo el mismo recorrido saliendo por el camino detrás de la salitrera Humberstone con rumbo hacia el norte, pasando algunas hondonadas y caminos que rodeaban algunos cerros de colores ocre- negro con calicheras abiertas, pero… de pronto escuchó el llanto de un bebe, él se detuvo, entonces el caballo se puso nervioso e intranquilo dando pasos de marcha estando detenido, Genardo se giró buscando el llanto de aquel bebé, pero el caballo seguía inquieto, que comenzaba a bufar y moviendo de las orejas como si estuviera enojado. Genardo junto a su caballo caminó unos pasos más para el escuchar más de cerca aquella guagüa, de pronto…
entre unas rocas al costado del camino vi el pequeño bulto envuelto en un chal , en un lulo, el niño lloraba muy quejumbroso, cuando se acercó al bebe, y este se quedó callado, Genardo ya estaba encima el se arrodilló junto al bebe, observó la tez blanca, era de unos 8 meses, muy hermoso, lo tomó con tersura y se montó con él en su caballo , y llevarlo donde su novia, cuando nuevamente este comenzó a llorar , él le puso el dedo en la boca y la guagüa comenzó con un ruido al succionar jam, jam, jam, y… cuando el nene abrió la boca le mostró unos feroces colmillos tan largos como los de un perro, los ojos del bebé lo miro fijamente arrugando las cejas demostrando una rabia desorbitada.
Gerardo exclamó ¡Dios mío¡ soltando al bebe tirándolo al suelo, y raudamente galopó sin mirar hacia atrás, corriendo por la huella de la pampa hasta llegar a casa de su amada.
Entonces se dice había sido aquel joven de la pensión quien no le despegaba la mirada… era el brujo de la calichera quien le había demostrado sus celos a Genardo, al tener comprometida a su bella dama enamorada.
Fotografías: 1, 2,3. – del escritor e investigador de la cultura pampina RERIPI
Gráficos:
1.- Calicheras del “Cantón la Peña” entre salitrera “Santa Adela” y Peña Chica; 2.- Dibujo sobre Genardo y su caballo; 3.- Huellas y Calicheras de “Peña Chica”.
Autor: RERIPI.
Fotografías: 1, 2,3. – del escritor e investigador de la cultura pampina RERIPI
Gráficos:
1.- Calicheras del “Cantón la Peña” entre salitrera “Santa Adela” y Peña Chica; 2.- Dibujo sobre Genardo y su caballo; 3.- Huellas y Calicheras de “Peña Chica”.
NO POR CUANTO MÁS AMAS…, Y MÁS ENTREGAS REGALOS, TODO EN LA VIDA TIENE SU PRECIO. (RERIPI)
Revista Cultural “La Voz de la Pampa”. Pídala en Kioscos, en Patricio Linch esquina 18 Septiembre; En calle Chgacabuco entre Colón y Baquedano Librería; “Qué Leo” en 21 de Mayo Nº636, (58) 232 5833.
Editorial:
Cel: 946830825
editor@lavozdelapampa.cl – vozdelapampa@gmail.com
An outstanding share! I have just forwarded this onto a colleague who has been conducting a
little research on this. And he actually ordered me lunch simply because I discovered it for him…
lol. So let me reword this…. Thanks for the meal!!
But yeah, thanks for spending the time to talk about
this topic here on your website.
Muchas gracias por tu opiinión, yo también me gane un almuerzo?