LAVOZDELAPAMPA.CL Año II Nº113 Marzo 2019.
(Narrativa)
El hombre para su época era un viejo de 65 años por allá en la década del 1900, y entonces para llegar a esa edad en aquella pampa había de tener una gran suerte cuando el promedio de vida era hasta los 40 años. Lorenzo era un chileno muy conocido en la oficina salitrera “Ramírez”, la cual quedaba a unos pocos kilómetros del pueblo de Huara. El oficio de este abuelo era de un “Particular”, él estaba acostumbrado a recorrer las calicheras de la pampa.
Además no tenía familia, y siempre se le veía deambular solitario por el campamento, pero sí tenía a un hijo en la salitrera “La Granja” el que se llamaba Daniel.
El ambiente de salitrera “Ramírez” tenía un aire inglés por sus dueños; la máquina contaba con tres chimeneas, y casi 500 trabajadores.
A Lorenzo Escárate se le había visto varios días tomando trago, pero eso tenía un cierto sentido para él, por que acostumbraba a ganarse en las equinas de las calles del campamento, donde este se ponía a cantar pidiendo como recompensa una copa de Huachucho, licor de una regular calidad.
A él se le había visto por el campamento como a eso de las seis y media de la tarde cantando fuera de la fonda, lugar donde comían o tenían pensión algunos obreros, pero él en ese momento se encontraba junto a varios jovencitos mostrándoles su canto.
En la pampa salitrera se suponía que era el día Jueves 4, cuando todo seguía su curso normal en la salitrera, pero algunas personas del campamento creyeron sentir ese día una pequeña explosión.
Corría el día Domingo 7 a eso de las cuatro de la tarde, cuando algunos vecinos sintieron un mal olor que salía de la pieza de Don Escárate y entre varios trabajadores procedieron abrir la puerta la que se encontraba trancada por dentro.
Ciertamente hubo varios días que a don Lorenzo no se le había divisado…
Pero ese día cuando entraron los trabajadores vieron un cuadro que les fue horroroso, la sospecha era que Don Escarate, se había puesto un cartucho de dinamita en la boca sosteniéndola con la mano derecha; el cuerpo se encontraba de espalda, su cabeza y un brazo separado del cuerpo, mas allá en el tabique se encontraba pegado un ojo.
Ese mismo día Domingo a las seis y media llegó hasta el lugar él juez de la subdelegación con el inspector Monsalves, más un guardián.
El recordado finado don Escárate, entonces no pasó desapercibido por aquella salitrera “Ramírez”.
Bibliografía:
* Cita diario Diario “El Pueblo”, “Suicidio” Iquique 9 Febrero 1904.
Fotografías:
Foto Nº1. Del Libro “Álbum Salitreras de Tarapacá de L. Boudat y Cº” Año 1889.
Foto Nº2, 3, 4, 5. Del escritor e investigador de la “Cultura pampina” RERIPI.
Graficas:
1.- Oficina salitrera “Eleuterio Ramírez”, planta de elaboración. 2.- Vale de GALLADA. DE LA Oficina salitrera Ramírez, del 20 Enero 1925, a nombre del obrero Ramón García por el valor de $11 a cargo de Juan Velázquez. 3.- Reglamento de la salitrera Ramírez, libreta Nº206, fecha Agosto 1895. Perteneció a Beryamin Díaz
; 4.- Sobre de carta dirigida al administrador de la oficina salitrera Ramírez, año 1910; 5.- Ruinas de la planta de la oficina salitrera Ramírez, al costado ruinas de casas del campamento, y al fondo tota de ripios. Tomada el año 2005.
Autor: RERIPI
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